La nariz y las emociones

Me apasiona mi trabajo y una de las cosas que me gusta de las sesiones de Lectura del Rostro es que todas son diferentes y tienen algo que las hace especiales por varias razones.

Alguno de los motivos por los que acuden a mí para una sesión de Lectura del Rostro, es porque necesitan saber o reafirmar quienes son, buscan respuestas para entender por qué se repiten una serie de patrones en su vida o quieren descubrir si tienen alguna habilidad, en este caso lo primero que les digo es que todos tenemos alguna habilidad, talento o don y la pregunta que les hago es: ¿A través de qué vives, de tus miedos, creencias limitantes, educación, deseas agradar a los demás y haces lo que se espera de ti…?

Una vez contestan, ya podemos empezar a estudiar su rostro y descubrir quiénes son en realidad y cuáles son las herramientas o cualidades internas de que dispone. El sistema taupsico les proporciona la información y las pautas que han de trabajar para que desarrollen esas habilidades o talentos que hay potencialmente dentro de ellos y ellas.

Hoy voy a hablarte de Jorge, en su caso le preocupaba que no encajaba en ningún grupo, siempre surgían malentendidos, conflictos y acababa dejándolos. La relación con su familia tampoco era buena y eso que él se esforzaba por darles todo lo que creía que necesitaban, siempre estaba al servicio de los demás, dispuesto a ayudar se lo pidieran o no y a pesar de sus esfuerzos nadie se lo agradecía, al contrario, se sentía rechazado y no podía entender que hacía mal.

Fue al dejarle su pareja cuando decidió buscar respuestas que le ayudaran a salir emocionalmente de donde se encontraba en aquel momento, se sentía perdido.

Empecé el estudio de su rostro, como siempre fijándome en cada uno de sus siete rasgos faciales (que estudia el sistema taupsico) y apuntando el temperamento que le correspondía para saber quién era y qué le ocurría a Jorge. En su caso, en la nariz, es decir en el rasgo facial que nos da la información de como gestionamos nuestras emociones, pude ver que en aquel momento tenía dos temperamentos (lo ideal es tener solo uno) esto me indicaba que había un bloqueo emocional, lo vivía como un conflicto interno con él que le generaba la incomprensión de sus sentimientos y a la vez nos explicaba el porqué de sus reacciones. Este problema quedaba reflejado también en la síntesis temperamental, su conflicto interno lo podían ver/intuir los demás y era lo que ocasionaba malestar y malos entendidos a su alrededor. 

Su primera reacción fue negar lo que yo le decía, el problema tenía que ser que los demás que no le entendían. Él se esforzaba por ayudar, darles consejos y todo lo que necesitaban.

Al preguntarle ¿Quién acudía a quién? ¿Venían a buscarle, le llamaban para pedir su ayuda o consejo? o ¿Era el quien se ofrecía y les decía lo que tenían que hacer? En ese momento, se hizo un silencio, se mordió el labio inferior (lo que me indicaba su desacuerdo con mis palabras) y después de pensárselo me contestó que mirando atrás era cierto que era él el que siempre daba el primer paso, y aunque a veces él veía que incomodaba a los demás con sus afirmaciones o consejos, su certeza en que hacía lo correcto le empujaba a forzar algunas situaciones o conversaciones.

Después de hablar un buen rato, donde se lo pude argumentar gracias al sistema taupsico, empezó a hablar y reconoció que le costaba escuchar, era muy impulsivo, las ganas de sentirse útil y aceptado hacían que no pudiera pensárselo dos veces antes de hablar o de actuar. También entendió que lo hacía por que era una persona extremadamente sensible a los comentarios que le hacían los demás y por eso se esforzaba tanto en agradar… 

A partir de aquel momento, pudo comprender el porqué de sus conflictos de relación con él y con los demás. Fue ese primer paso el que le ayudó a ver y atender qué otras características psicológicas le definían y le completaban, es decir, formaban parte de quien era y que, al no saber gestionar sus emociones, había estado viviendo y expresándose a través de la cara menos armónica de todos sus temperamentos, convirtiéndolo para él y para los demás en una persona de carácter complicado.

Se fue con una nueva forma de ver y entender el porqué de lo que había estado pasando hasta aquel momento en su vida. Hizo varias sesiones de terapia conmigo donde pude compartir con él varias herramientas para que empezara un camino de autoconocimiento que le tenía que llevar a descubrir esa faceta más armónica de su ser, aprendiendo a pulir quien era y poder vivir a través de todas las partes de su ser y atraer nuevas y mejores relaciones.

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Un abrazo,