En esta ocasión, os voy a contar cómo en una charla tuve que poner en práctica todos mis años de experiencia para poder realizar la Lectura de un rostro que era diferente.
Me llamaron para colaborar en un evento. Cada viernes se juntaban varias personas para cenar e invitaban siempre a un ponente para dar una charla al final de la cena. Me hacía mucha ilusión participar y estaba agradecida de que contaran conmigo y me dieran la oportunidad de darme a conocer.
La cena transcurrió entre risas y buena sintonía, el ambiente era agradable y me sentía muy bien acogida, se notaba que tenían muchas preguntas y sobre todo curiosidad por saber en qué consistía el Sistema Taupsico de Lectura de Rostro. Al acabar la cena empecé la charla exponiendo en qué consistía la técnica, cuáles eran los beneficios e información que podemos obtener… y como en todas mis charlas al final invité a alguien, quien lo deseara, a salir y permitirme que le hiciera una Lectura del Rostro.
Mi sorpresa fue cuando levantó el brazo una mujer para pedirme si el voluntario podría ser su marido. Él estaba a su lado, miró a su mujer sorprendido y entonces se giró y pude verle. Cuando le miré pude entender porqué había sido la mujer quien había levantado el brazo.
Francisco hacía dos años que había sufrido un accidente grave, tuvo varias lesiones en el cuerpo y la mitad de su rostro estaba reconstruido y lleno de cicatrices. Desde el accidente su vida había cambiado, aunque lo que más le preocupaba a su mujer era el cambio en su carácter, y puntualizó que no siempre, porque a veces volvía a ser la persona de antes.
Su mujer quería saber ¿Qué le estaba ocurriendo a su marido? y si yo podía a través de esta técnica encontrar una explicación. Le pregunté a Francisco si le apetecía que le hiciera la lectura de su rostro, él se levantó y se sentó a mi lado. Sabía que todos le observaban y también a mí, pero quería respuestas, le preocupaban sus cambios de humor y los cambios en su forma de actuar.
Desde aquí le doy las gracias a Francisco por su valor al exponerse delante de todos y por dejarme Leer su Rostro para buscar esas respuestas que buscaba. El accidente había afectado la mitad derecha de su rostro, cambiando y modificando de forma brusca y permanente sus rasgos faciales. Desde el análisis a través de este método, al dividir su cara horizontalmente, podía realizar dos estudios diferentes, uno de cada mitad de su cara, lo que explicaba porqué podía actuar en algunas ocasiones de manera tan diferente siendo la misma persona. En su caso las cicatrices marcaban la asimetría facial que le hacía ser y sentir de dos maneras distintas.
Fui breve, debido a que estábamos en una cena con más personas, pero resultó muy esclarecedor para él, para su mujer y para las personas que le conocían. Al finalizar la velada, quisieron concertar una consulta para vernos en privado y ampliar toda la información que les había proporcionado. Las cicatrices iban a acompañarlo toda su vida y quería saber cómo podía gestionar todos aquellos cambios que desde el accidente había notado en su interior y empezaban a ocasionarle problemas de relación en su entorno.
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Un abrazo,